20 noviembre 2005

Merlin Reloaded

El poderoso mago llamo a sus sirvientes que, desde largas distancias, escucharon sus órdenes y pasaron a cumplirlas. A continuación invocó un mapa de la ruta a seguir, con instrucciones sobre los cruces de caminos a elegir. Confiaba en sus hechizos, que nunca le habían fallado, pero ese era un día especial. Con un gesto de su mano, ordenó el inicio de la marcha. Tras un carraspeo, el coche murió al fallar su batería.



Se conoce como la tercera ley del Clarke, por el escritor Arthur C. Clarke "Cualquier tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia". Y la interpretación usual es imaginar a un pobre hombre medieval intentando comprender nuestra tecnología y pensando que es mágica. O imaginarnos a nosotros intentando comprender una tecnología alienígena increíblemente avanzada. Pero hay otra interpretación más sutil pero mucho más inquietante. Como bien nos recuerda Miquel Barceló en este artículo, ¿cuántos de nosotros comprendemos la tecnología que utilizamos?

¿Cuánta gente que utiliza un GPS o un teléfono con marcación por voz comprende mínimamente su funcionamiento? Y esto es algo que podemos extender a mucha de la tecnología que nos rodea. Tecnología de la cual depende nuestra vida, nuestros trabajos, nuestras familias o el futuro de nuestros hijos. ¿Alguien piensa que es necesario comprender el mundo que nos rodea? Yo pienso que es imprescindible, porque si vivimos en democracia, y la mayoría es quien toma decisiones, deben ser decisiones informadas. Sino corremos el riesgo de ser dirigidos y manipulados “por nuestro bien”. ¿Cómo podemos elegir entre la opinión de un científico, un activista de Greenpeace o un político si no conocemos las consecuencias de la decisión? ¿por imagen? ¿por popularidad? ¿por quien sale más en televisión?. Células madres y radiaciones electromagnéticas, energía nuclear y la capa de ozono, el efecto invernadero y la nanotecnología ¿Qué sabemos de las decisiones se toman sobre estos temas? ¿Quién las toma por nosotros?

Pensad en como se organizaba en un reino medieval. El poder venia por dinero y herencia para el rey y los nobles, por el conocimiento para aquellos clérigos, magos y hechiceros que lo estudian. Conocimiento que mantenía al poder. Y la población se refugiaba en la astrología, la brujería y repetía mitos y leyendas que les enseñaban. Obedecían “por su propio bien”. ¿Estamos tan lejos de ese modelo?, ¿Qué papel te gustaría tener? O incluso más subversivo, ¿Qué te parecería cambiarlos?


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Próximo tema: Rootkit. El subconsciente llega a los ordenadores.

8 comentarios:

Sirio dijo...

Creo que tienes mucha razón en que no sabemos mucho del mundo en que vivimos sobre todo en cuanto a tecnología y ciencia se refiere. Creo también que a los que tienen el poder no les gusta que la gente corriente sea consciente de los asuntos más importantes que nos afectan a todos. Creo que cuanto más se divulge el conocimiento y la ciecia mucho mejor, así seremos menos influenciables.

Saludos

Ambros dijo...

Gracias por el comentario. La verdad es que este texto es una especie de "linea editorial" del blog, aunque sea un poco pretencioso decirlo.
Digamos que si ayudo un poquito a aumentar la curiosidad de la gente por estos temas me doy por satisfecho.

Shora dijo...

El problema de la tecnología y de cualquier ciencia en general es la cantidad de información que contienen. Ésta es elevadísima y es imposible que una persona, a lo largo de su vida, pueda llegar a conocerlo todo.

Conforme pasan más años, muchas ciencias sacan subespecialidades de especialidades, porque el volumen de conocimientos en cada campo crece de tal forma que es imposible manejar toda la información si no es a través de la especialización.

Por eso, yo veo como forma más razonable guiarnos por las palabras de aquellos que estén especializados en una temática concreta y no haya interés de ellos en juego.

Por ejemplo, si tuviera que guiarme por la opinión de alguien en células madre, escucharía a un genetista. Si tuviera que escucharla sobre la energía nuclear a un físico nuclear.
Y siempre prestando atención que no hubiera interes mezclados.

En cuanto a la opinión de los políticos..... creo que sería una de las últimas en escuchar, tengo muy por seguro que muchas veces de las que hablan tienen sus propios intereses en juego.

Creo que la frase "Quien mucho abarca, poco aprieta" es bastante adecuada para este tema.

Ambros dijo...

Tienes toda la razón cuando dices que es imposible abarcarlo todo (aunque sea divertido intentarlo). Y hemos de escuchar las opiniones de los especialistas. Solo creo que es necesario un cierto sentido crítico.
Sería algo asi como apreciar un cuadro o una sinfonia sabiendo que nunca llegaras a ser Picasso ni Beethoven. Necesita conocimiento y un cierto esfuerzo, pero merece la pena. Y son temas importantes.

Anónimo dijo...

Uhmmm, es un tema dificil.¿Queremos saber? ¿podemos saber? ¿debemos saber? Son preguntas mucho más complejas de lo que parecen. Sí, claro que la respuesta inmediata es decir “¡claro que queremos saber!”. Estoy seguro de que si preguntáramos por la calle a 1000 personas si quieren tener una cultura más basta, 900 dirían que sí sin dudarlo un instante, pero… ¿es esto verdad? El ejemplo más claro lo veo en la televisión, sí, sí, en la caja tonta. Aunque todos la criticamos, todos decimos que la telebasura es lo peor, en las contadas ocasiones en las que este medio nos da la oportunidad de “culturizarnos” a través de series documentales en horario de máxima audiencia, como las de la odisea de la especie, o memoria de España, etc., los conteos de audiencia nos dicen bien claro que la telebasura gusta más. Razones para este comportamiento hay muchas. La más obvia es que la gente llega cansada a casa, preocupada, hastiada, y no quiere pensar. Cierto. Seguramente en muchos casos es así, pero yo creo que de fondo hay un miedo colectivo a saber más. La cultura parda siempre nos ha dicho que la cultura, la inteligencia, la inquietud, conllevan, junto a momentos de gran satisfacción, dosis de infelicidad. Huxley lo supo reflejar en su mundo feliz, la pregunta que queda en el aire es clara ¿son los esclavos felices?
A ello debemos sumarle los tan apetecidos por todos intereses de las grandes potencias económicas, privadas o públicas, en manejar a las multitudes, pero creo que muchas de estas multitudes no quieren liberarse de esas cadenas. En nuestra vieja y dolorida España ya se gritó hace mucho aquello de “vivan las caenas”, y en toda cultura europea hay situaciones similares. El miedo a perder las bases sólidas de la religión, de la cultura tradicional, de los pilares que asientan nuestra seguridad, llevan al pasotismo, y esta en nuestra mano el evitarlo, estudiando, leyendo, escuchando, curioseando, decepcionándonos… además la ciencia no es incompatible con todo lo demás, mi bisabuela decía cuando vio la primera televisión “si puedo ver a Kennedy que está lejísimos, y si le oigo hablar, entonces, ¿cómo no creer en Dios?”
Un saludo

Ambros dijo...

Un comentario casi tan largo como mi texto. En lineas generales pienso que con la cultura mucha gente espera conseguirla sin esfuerzo. Y sin hay tantas cosas que podemos conseguir sin esfuerzo, ¿para que complicarse la vida con la ciencia?
Pero creo que si hacemos mas suave la entrada, tal vez alguien se anime. Al fin y al cabo, esto no es mas que un poco de curiosidad por las cosas. Y todos tenemos curiosidad de sobra.

Anónimo dijo...

¡Por supuesto! tienes razón, de hecho se me ha olvidado en mi largo comentario felicitarte por este blog,didáctico,divulgativo y muy leíble. Gracias por tu esfuerzo.

Ambros dijo...

Gracias a tí por leerlo. Seguiremos intentandolo