28 enero 2006

Un diamante no es para siempre

"A Diamond is Forever ", o traducido “Un diamante es para siempre”. Esta frase, insuperable ejemplo de publicidad engañosa, fue lanzada en 1948 y ha sobrevivido hasta nuestros días como una de las más exitosas campañas publicitarias de todos los tiempos. Pero, ya en 1772, Antoine-Laurent de Lavoisier demostró que era muy fácil de destruir. Así que, ¿Qué es realmente un diamante?

Para empezar es algo caro y escaso. Es necesario remover 10 toneladas de material para obtener un quilate (200 miligramos) de diamantes. Añadamos a esto que la compañía De Beers, controla el 90% de la producción a nivel mundial de diamantes naturales. Eso le da una posición de casi monopolio que permite mantener los precios al nivel deseado. Y no hay mucho mercado de segunda mano porque, ¿Quién desearía vender su anillo o pendiente de diamantes? La publicidad, que volverá por San Valentín, ayuda a dar un fuerte valor emocional al diminuto brillo de un diamante corriente.


El diamante también es un material extraordinariamente duro aunque bastante frágil. Dado que es casi imposible de rayar es muy útil como abrasivo. La producción de diamantes artificiales, utilizados industrialmente, cuadruplica la producción de diamantes naturales. Generalmente son diamantes muy pequeños y con imperfecciones lo que impide utilizarlos como gemas, aunque las técnicas se van perfeccionando constantemente. De hecho, el material de base es muy barato.

En 1772, Lavoisier realizo un experimento para intentar determinar la naturaleza del diamante. Debido al alto precio de los diamantes fue necesario hacer una colecta entre varios científicos para comprar uno. Lo colocó en un recipiente cerrado y concentró sobre el mismo la radiación del sol, utilizando una lupa. Una vez calentado a unos 800 grados el diamante ardió y se vaporizó convertido en CO2 puro.
Efectivamente, el diamante esta compuesto de carbono, al igual que la mina de un lápiz, pero con distinta estructura cristalina. El gráfico superior pertenece al diamante y el inferior al grafito, según aparecen en Wikipedia. Son lo que se conoce como alótropos. Por cierto que, puestos a comparar, una romántica vela puede alcanzar los 1600 grados de temperatura.

Otras gemas como rubís, zafiros o esmeraldas son una alternativa perfectamente valida para el día de San Valentín. Poseen menor dureza superficial pero, a cambio, no corren el riesgo de dañarse por el calor. Y aunque ahora son más abundantes que el diamante, y por tanto con menor precio, eso no tiene porque durar para siempre. En 2004 se anuncio el descubrimiento a 50 años luz de la Tierra de una estrella llamada BM 37093. Es una enana blanca (un tipo de estrella degenerada tras agotar el hidrogeno) y se piensa que es un enorme diamante de 4000 kilómetros de diámetro. Lástima que pille un poco lejos. Habrá que confiar en que mejoren las técnicas para producirlos artificialmente en la Tierra.

Próximo tema: Lagrange, los viajes en el espacio y el Pico de los Tres Mares
Categoría:

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Habría que estar un poco de la "olla" aparte de tener mucha pasta y ser muy valiente,
pero me hace gracia la idea de sacar un diamante delante de tu valentina y quemarlo con la vela que ilumina la romantica velada... me gustaria ver la cara de la valentina jeje aunque seguramente nadie se creeria que has quemado un diamante !!! seguro que el tal Lavoisier lo quemo? no diria eso cuando le preguntaron donde estaba el diamante, y en vez de decir que se lo habia regalado a su churri, se había vaporizado ?

Ambros dijo...

Una vela tiene suficiente temperatura pero el oro es buen conductor y tal vez no tenga suficiente energía. Ahora con un mechero...
Sobre Lavoisier supongo que hizo el experimento con testigos. Desde luego, a mi me habría encantado verlo. Pero no he encontrado referencias a ello.

KAMELAS dijo...

Que los diamantes no son para siempre ? Despues de lo que me costo el anillo de la parienta me saltas con que la publicidad es enganyosa ?

La semana que viene nos diras que las cremas anticeluliticas tampoco funcionan, no ?

Ambros dijo...

Si te consuela, hay cremas anticeluliticas que SI funcionan. Aqui tienes un enlace por si te interesa: http://www.consumer.es/web/es/salud/2004/06/19/104495.php

Anónimo dijo...

entonces si una joyeria arde... espero que los tengan asegurado

Ambros dijo...

No se si tendran seguro pero arder, arderian estupendamente.

Anónimo dijo...

Se han publicado muchas tonterías acerca de quemar un diamante con una vela. Estas tonterías se propagan porque todo el mundo habla de oídas y nadie ha hecho la prueba. Yo si la he hecho. He comprado un diamante (industrial para más barato) y he tratado de quemarlo. No con una velita, sino con un soplete oxiacetilenico a 2.000 ºC. Fueron necesarios 10 minutos de soplete para que el diamante perdiese la mitad de su peso (0,05g). Hay un sencillo ejemplo para explicar porque el diamante es tan resistente: una hoja de la guía telefónica arde sin ningún problema, pero trate Vd. de hacer arder la guía completa a ver que pasa…..

Profesor Frank de Copenhague.

Ambros dijo...

Un experimento muy interesante, aunque espero que no te saliese demasiado caro. Entiendo que el problema es conseguir que el diamante alcance la temperatura adecuada para arder. Una vela no tendría suficiente energía a pesar de la temperatura y supongo que un incendio podría hacerlo si dura lo suficiente. Y la explicación estupenda, gracias por el comentario.

Anónimo dijo...

La explicación es bastante mas sencilla y está basada en el digrama de fases del Carbono que se puede encontrar aqui:
http://www.incar.csic.es/tecnologia/jamd/curiosidades/diamantes.htm#noesparasiempre