Este texto es la continuación de ¡Y sin embargo vuelan! Un poco de teoría y Jugando con las alas.
Si todo lo anterior no os ha parecido suficiente podemos dedicarnos a modificar el fuselaje. Inicialmente los aviones no tenia fuselaje como el avión de los hermano Wright que vimos en la entrada anterior. Básicamente, porque bastante tenían con llevar el peso del piloto. Pero enseguida se les doto de un fuselaje por comodidad y mejor aerodinámica. Y surgió la necesidad, y la exigencia, de tener un fuselaje tan amplio y generoso como fuese posible.
Rápidamente, tener dos guerras mundiales desarrolla mucho la tecnología, aparecieron gigantes como el Me-323 , un transporte de seis motores utilizado por los nazis y que podemos ver en este video. (Gracias a Alpona y Muxfin por los enlaces). Esta tradición continua en otros aviones gigantes, transportes de tropas como vimos en la primera entrada de esta serie o transporte civiles como el Airbus Beluga de la foto inferior. Es el avión con mayor capacidad de transporte en volumen, que no en peso, y se utiliza para transportar las piezas de los aviones de Airbus entre diferentes plantas.
Otra posibilidad para conseguir espacio es aumentar el número de fuselajes. Por ejemplo, el F-82 que fue el último caza a hélice de los Estados Unidos. Se construyeron un centenar de estos aviones pero fueron sustituidos rápidamente por reactores. Aunque el avión de fuselajes múltiples mas famoso probablemente sea el Voyager. Este avión, diseñado por el famoso Burt Rutan , fue el primero en dar la vuelta al mundo sin escalas y sin repostar en vuelo. Su fuselaje, sus alas y casi todo el espacio disponible estaban repletos del combustible necesario para conseguirlo.
Una alternativa más original es utilizar fuselajes desmontables e irlos sustituyendo según la necesidad. No, no bromeo. El Fairchild XC-120 se diseñó siguiendo esa idea. En esta dirección podéis ver unas cuantas fotos más del “Packplane” volando con y sin su fuselaje desmontable.
Hasta ahora todos los fuselajes tenían algo en común. Eran simétricos si los mirábamos de frente. ¿Imprescindible? Pues no. Hay varios casos de aviones con fuselajes asimétricos que volaron bastante bien. A la izquierda, el BV-141, un avión de reconocimiento alemán de la Segunda Guerra Mundial. A la derecha, otro diseño de Burt Rutan, el Boomerang.
Y puestos a prescindir de algo, ¿podemos prescindir de las alas? ¿Sería eso un avión?. Se conocen como “Lifting bodies” y fueron parte de una investigación conjunta entre la NASA y la Fuerza Aérea norteamericana durante los años sesenta y setenta. Su destino civil era servir como base al futuro trasbordador espacial, así que se les doto de motores cohete para ensayar la reentrada. Se lanzaban desde un B-52 y planeaban hasta la pista de aterrizaje. Aunque lo cierto es que planeaban un poco mejor que un ladrillo. Solo un poco mejor. Finalmente se decidió que se necesitaba mayor autonomía de planeo y así nació el modelo actual dotado con un ala delta. Vistos los problemas posteriores, no se que solución habría sido mejor.
Volviendo a los orígenes, un avión es fundamentalmente su ala. La búsqueda de la mayor eficacia ha llevado a construir “alas volantes”, aviones totalmente carentes de fuselaje. El más conocido es el bombardero furtivo B-2. Y el más extraño, el Vought V-173 que fue llamado el “pastel volador”. Esta especie de ala o disco volador que creo varias confusiones, y más de un mito injustificado, voló en los años cuarenta y buscaba convertirse en el primer caza de despegue y aterrizaje VSTOL.
Resumiendo el objetivo de toda esta serie, hemos visto una versión simplifica de cómo los aviones vuelan de forma estable. Y una pequeña colección de aviones realmente extraños que logrado volar en todo tipo de misiones. Incluso con bastante éxito. ¿Todavía queda alguien con miedo a volar? No puedo creérmelo, con lo seguros que son los "sencillos" aviones a que estamos acostumbrados....
Paginas de referencias: Raravia, Nurflugel, La evolución de la tecnología
Próximo tema: El parásito perfecto
Categoría: Física
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