Un lago o un remanso de un río fueron durante mucho tiempo los únicos espejos. Una capa de líquido tranquila y lisa servia para reflejar las imágenes. Por eso no es extraño que, desde Isaac Newton
El siguiente paso era enfocar adecuadamente las imágenes. La solución fue colocar el mercurio en un recipiente plano y hacerlo girar. Las fuerzas combinadas de la gravedad y el giro curvan ligeramente la superficie de mercurio dándole forma de parábola. Para reducir el pero y la cantidad de mercurio empleada se utilizan discos de plástico de forma parabólica con una fina capa de mercurio en la parte superior.
¿Ventajas? Que solo cuestan alrededor del 1% de un espejo convencional. Y son mucho más ligeros y baratos. Incluso sumando el coste de los motores encargados de girar el espejo. De hecho, ya hay planes para construir grandes telescopios en la Luna

Como inconveniente, hay que decir solo pueden orientarse cenitalmente, es decir verticalmente hacia arriba. Esto limita enormemente los objetos que pueden observarse y el tiempo para hacerlo ya que el giro de la Tierra aleja al telescopio de cualquier blanco que haya escogido.
Me pregunto si alguien habrá pensado en utilizar líquidos cargados eléctricamente y campos eléctricos para cambiar esa orientación. Porque algo así esta detrás de un nuevo diseño de lentes líquidas para cámaras y teléfonos móviles. La empresa Varioptic
Es interesante que hasta elementos tan comunes como los espejos puedan cambiar con un poco de tecnología. Una tecnología que nos recuerda al espejo más antiguo del mundo.
Categoría: Física
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