¿Alguien apuesta para perder? No, todos apostamos para ganar. Sin embargo, debemos ser realmente malos en matemáticas porque todos solemos jugar con las probabilidades en contra. Y si, antes de nada, yo también he comprado boletos para la lotería de navidad. Aun sabiendo que no es una decisión inteligente.
Cuando participamos en cualquier juego de azar esperamos ganar dinero a medio plazo, (preferiblemente antes de estar muertos). Podemos perder en algunas ocasiones y ganar en otras pero la suma debería ser positiva. En matemáticas esto se conoce como “valor esperado” y lo malo es que todos los juegos de azar tienen un valor esperado NEGATIVO. La razón es muy simple, un porcentaje de los ingresos va para los organizadores, el resto se reparte en premios. El máximo está en la lotería de navidad en España que reparte el 70 % en premios.(1) En comparación, otros juegos como la lotería primitiva solo reparte el 55% del dinero recaudado. Un valor esperado del 0,55.
Como todos sabemos, los organizadores utilizan el primer premio para atraer a la gente, a pesar de lo difícil que es ganarlo. La probabilidad de acertar la combinación ganadora en la lotería primitiva es de una entre 14 millones, y muy similar en el “Cuponazo”, una entre 15 millones. Si pasamos al “Euromillon” la probabilidad sería de una entre 76 millones.
¿Queda alguna esperanza de ganar? O, al menos, de mejorar nuestras opciones. Puede que sí. Como se comenta en este excelente artículo de Microsiervos , existen algunas técnicas para mejorar estas posibilidades en juegos similares a la lotería primitiva. Como escoger números poco habituales o, mi favorita, jugar solo cuando tengamos un bote acumulado. El dinero del bote proviene de semanas anteriores y no entra en el 45 %. En realidad, se suma al porcentaje de la recaudación que va a premios. De este modo puede repartirse MAS dinero del que la gente juega incluso si la ONLAE se queda con el 45 %. Por ejemplo, en el sorteo de Bonoloto del 18 de noviembre de 1990, el valor esperado era de 3,6. Lastima que entonces fuese un crío.
Categoría: Matemáticas
(1) Las máquinas tragaperras son una excepción, pero eso lo dejaremos para otro día.
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4 comentarios:
jejeje, si la gente en general supiera las pocas probabilidades que hay, muchos dejarían de jugar. Otros apelarían al sentido "buena o mala suerte" para justificar su acción.
Yo directamente no compro nada de juegos de azar, sólo si es por compromiso o por favor a un amigo que vende lotería.
No sé, no sé. Incluso conociendo las probabilidades en contra hay gente que nunca lo dejará. Una mezcla de "a alguien le tiene que tocar", de que "si realmente lo deseas, lo conseguirás", reforzado por un montón de imágenes de felices ganadores.
Llámalo Lotería o también "Operación Triunfo" pero el premio es tan deseado, la imagen del triunfo se extiende y multiplica tanto que nadie piensa en todos los que se han quedado en el camino.
Vamos que no solo ponemos la emoción por encima de la razón, (lo que muchas veces puede ser bueno) sino que utilizamos la emoción para sustituir al simple sentido común. Y, por desgracia, yo tampoco me libro.
Supongo que es la sensación de no controlar nada lo que me asquea de los juegos de azar. Y por eso es por lo que concentro la emoción y la ilusión en cosas en las que sí puedo influir en mayor o menor medida, resulta más eficiente xD
Si. Y aparte de la eficiencia, no hay nada mas frustrante que estar atado a cosas que no puedes controlar.
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